
Lid-Va!
El juego de la Cátedra de Liderazgo en Valores
Lid-VA! os invita a integraros en un equipo de gestión de una ONG que se dedica al desarrollo de proyectos humanitarios en todo el mundo. El juego os irá planteando diferentes objetivos para los cuales tendréis que formar equipos con personas con diversidad de talentos, competencias y características.
Ya sea para intervenir en una situación de emergencia humanitaria o para poner en marcha un proyecto educativo o iniciar una campaña de sensibilización social, tendréis que colaborar para elegir a los mejores candidatos y ponerlos a trabajar para lograr unos objetivos compartidos.
Lid-VA! es un juego cooperativo que pondrá a prueba vuestra habilidad de liderazgo y de gestión de equipos. ¿Estáis listos para poner vuestro talento al servicio de la construcción de un mundo mejor?

Aprovechamiento pedagógico del juego
Más allá del juego: una ventana para reflexionar sobre el liderazgo en valores
Los juegos de mesa proporcionan mucho más que un rato de diversión. Son pequeños laboratorios sociales donde, entre risas y estrategias, emergen patrones de comunicación y liderazgo, dinámicas de colaboración y formas de toma de decisiones que pueden decir mucho sobre cómo nos relacionamos en otros ámbitos de la vida. LID-VA! no habla explícitamente de liderazgo ni de valores, pero ofrece un terreno fértil para observar y reflexionar sobre cómo nos gusta implicarnos, contribuir y compartir responsabilidades. ¿Nos gusta guiar a los demás o preferimos seguir? ¿Esperamos que alguien tome la iniciativa, o somos nosotros quienes la tomamos? ¿Qué nos hace sentir más cómodos y qué tensiones se generan en el proceso?
Más allá de si el equipo gana o pierde, este juego permite explorar los “cómo” jugamos: ¿colaboramos o competimos? ¿Escuchamos a los demás o imponemos nuestra visión? ¿Aceptamos los errores como parte del proceso o los vivimos con frustración? A lo largo de la partida, cada decisión, cada interacción y cada gesto se convierte en una oportunidad para comprender mejor nuestra manera de participar y la de los demás. Y es que el sentido de contribución y la corresponsabilidad no se definen solo en momentos grandes y solemnes, sino en pequeños actos que, en el marco del juego, se revelan de una manera natural y genuina.
Así pues, LID-VA! no solo nos invita a disfrutar de un reto compartido, sino que también nos abre la puerta a preguntas esenciales: ¿cómo nos gusta que se lideren las cosas? ¿Cómo preferimos participar? ¿Qué hace que nos impliquemos de verdad en un proyecto común? Preguntas que, sin buscar respuestas absolutas, nos pueden ayudar a entender mejor cómo nos relacionamos con el mundo.
Porque al final, en el juego y en la vida, el resultado importa… pero el camino para llegar a él aún más.


Guías para la observación y la reflexión
El juego hace aflorar valores
Observad los valores que van emergiendo a lo largo del juego y que se traducen en diferentes comportamientos de las personas que juegan. ¿Cómo impactan en la dinámica del grupo y en el resultado del juego?
El juego necesita liderazgo(s)
Diferentes liderazgos ayudan a movilizar voluntades y capacidades hacia un objetivo común o no; nos hacen sentir que contribuimos al propósito o no; nos motivan o no. Diferentes momentos requieren liderazgos diferentes y distintas personas pueden asumir este rol.
Yo soy parte del juego
Mi actuación condiciona el desarrollo del juego. ¿Con qué tipo de comportamientos me identifico? ¿Cómo me hacen sentir? ¿Cuál es mi contribución a los objetivos? ¿Cuándo y cómo lidero?
Todos somos parte del grupo
Las dinámicas que se generan entre los diferentes miembros del grupo también influyen en el resultado final del juego y, tanto o más importante, en cómo se sienten las diferentes personas. ¿Qué comportamientos grupales identificamos? ¿Cómo hemos contribuido? ¿Cómo nos hemos sentido?
El mismo juego puede generar contextos diferentes
LID-VA! es un juego de mesa cerrado, con unas instrucciones que establecen cómo se juega. Y en este sentido hemos buscado la fórmula que nos ha parecido más acertada para favorecer que se pueda utilizar en contextos muy diversos: desde pasar un buen rato jugando en casa o con amigos hasta poder ser utilizado en contextos académicos, sociales o empresariales como un recurso para iniciar un trabajo o reflexión sobre el liderazgo y los valores. Por este motivo no hemos querido incorporar los valores como componentes del juego y los hemos querido situar en cada una de las personas jugadoras: sus actitudes, comportamientos, prioridades…
Las fichas y tablas facilitan la observación y la provocación de conversaciones y reflexiones de las personas jugadoras/observadoras sobre el liderazgo, los valores, la actitud en el juego o la transferencia a otros entornos.
Pero aún es posible darle una vuelta más: ¿Y si se cambian las reglas para generar otras situaciones de juego, completamente diferentes? ¿Qué saldría de ello? Apuntamos dos propuestas.
1.- La comunicación
En la versión original del juego se permite una comunicación parcial entre las personas jugadoras. ¿Y si se modifica?
- Se puede eliminar la comunicación, hablada o con señales entre las personas jugadoras. Cada uno actuará solo viendo o interpretando las jugadas de las otras personas.
- O se puede permitir toda la comunicación: que los jugadores muestren sus cartas, anuncien los movimientos previstos, etc.
2.- La cooperación o la competición
LID-VA! ha sido creado como un juego cooperativo donde se suman las misiones obtenidas por todos los jugadores. Pero se puede transformar fácilmente en un juego competitivo, donde gana el jugador que ha conseguido más misiones que el resto.
Cambiando solo alguno de estos elementos, el juego cambiará sustancialmente y se generarán nuevas situaciones de juego de las cuales se podrán extraer nuevas reflexiones. Os proponemos hacer dos partidas, incorporando en alguna de ellas alguno de estos cambios. ¡A ver qué pasa!

