Revista LidVa
Núm. 4, Noviembre de 2024
01
¿Líder o responsable?
David Noguera Hancock,
trabajador humanitario,
presidente de Médicos sin Fronteras
en España (del 2016 al 2021)
El emotivo discurso inaugural del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en la Asamblea General reflejaba su impotencia y frustración ante los retos del mundo que nos rodea. Guerras descontroladas, cambio climático, inteligencia artificial… amenazas existenciales en definitiva hoy presentes. Su audiencia era el mundo, pero en la sala lo rodeaban lo que llamamos “líderes mundiales”.
Agradezco mucho la invitación de la Cátedra de Liderazgo en Valores a escribir este texto. Pero os pido una cosa a cambio. Como cátedra, os encomendaría la tarea de redefinir qué es un líder mundial. De ordenar el léxico para que tengamos claro de qué y de quién estamos hablando.
Porque el liderazgo, un concepto cargado de connotaciones positivas, o tiene un impacto favorable para la población, o no es liderazgo. Debemos identificarlo de otra manera. ¿Y si los llamáramos responsables?
Desde el balcón de la memoria de mis 25 años dedicados a la acción humanitaria, conozco de primera mano qué es el fracaso que de alguna forma expresaba Guterres.
Porque no hay mejor ejemplo de un fracaso colectivo que un conflicto armado, una hambruna que mata a decenas de niños o una epidemia descontrolada. Cuando lideras un proyecto de respuesta a emergencia, donde siempre trabajas superado por el contexto y operando medicina de triaje (eligiendo a quién salvas y a quién no), debes tener muy claro dónde están los límites y las diferencias entre el liderazgo y la responsabilidad.
Vivimos en un mundo que tiene todas las capacidades para resolver sus problemas fundamentales y que cada día decide no hacerlo. Es más, vivimos en un mundo donde ya hay personas/individuos que lo pueden cambiar todo, y que cada día deciden que no lo harán. Porque hay responsables de estas amenazas existenciales. Con nombres y apellidos, en la cabeza de gobiernos y otras entidades, que disfrutan de esta etiqueta de líder.
Y es fundamental distinguir entre popularidad y prestigio. Son populares, pero nadie es capaz de identificar al Mandela de nuestra generación, imposible de encontrar entre una nueva generación de gobernantes que, eso sí, han ganado su particular “Juego del Calamar” en el que han convertido la política contemporánea en sus respectivos países y en las instituciones, a costa de su prestigio entre la población. Eso no es liderazgo.
Y es básico distinguir entre beneficio y bienestar, y entre rendimiento y utilidad. Hay individuos que pueden acumular beneficios y riqueza hasta límites obscenos, pero son absolutamente inútiles en generar equilibrios que aseguren el bienestar y la dignidad a la población que los rodea. Eso tampoco es liderazgo.
Y que nadie confunda este texto con la antipolítica. Al contrario. Porque la alternativa es bien real. Recuerdo de primera mano los duros momentos del COVID en Cataluña, donde afloraron todas las formas de liderazgo que necesitamos identificar, potenciar y reconocer. Entre los gobernantes, las trabajadoras sanitarias y otros servicios y una ciudadanía comprometida y responsable, se dieron miles de ejemplos de solidaridad y empatía que derrotaron la mayor amenaza de nuestra generación. Y es cierto que tuvimos algunos ejemplos de avaricia, incompetencia y egoísmo desmesurado. Pero es innegable que colectivamente superamos aquel reto. Se hizo política verdadera.
Por tanto, la capacidad de resolver los grandes retos y problemas no es de capacidad. Es de voluntad. No es que no se pueda hacer. Es que no se quiere. No es cuestión de liderazgo entonces. Es de responsabilidad.
Por tanto, responsables son aquellos que nos empeoran, esperando que de alguna forma y algún día tengan que rendir cuentas y les arranquemos de su inmenso ego aquella satisfacción cuando escuchan que los llaman líder.
Y reservemos esta última palabra (líder) a tantas y tantas personas que toman decisiones buscando equilibrios entre intereses y principios, entre lo individual y lo común, y de una forma muy humana, en el sentido de que lo hacen cargados de contradicciones, llenos de dudas, sin tener todas las respuestas, que logran cosas buenas sin nunca ser perfectos. Y lo intentan desde la posición a la que han llegado o les ha tocado en la vida, contribuyendo no solo al bienestar de los suyos (perfectamente legítimo), pero también intentando responder a los retos colectivos, buscando un impacto que trasciende lo que es estrictamente popular o rentable, y con una mirada que también busca el bienestar de las personas, y protege en particular, a los menos favorecidos.
Y haciendo esto sientan cátedra, cada día, una cátedra de valores.
David Noguera Hancock
trabajador humanitario, presidente de Médicos Sin Fronteras en España (del 2016 al 2021)
02
Diálogo entre Manel Estiarte y Ramon Besa
Manel Estiarte y Ramon Besa hablan
sobre liderazgo y comunicación.
“Palabras que activan voluntades”
Manel Estiarte
Exwaterpolista y miembro del cuerpo técnico de Pep Guardiola en el Manchester City. Ha sido olímpico en diferentes ocasiones y formó parte del Comité Olímpico Internacional. Recibió el Premio Príncipe de Asturias de los deportes, en 2001, por su trayectoria deportiva ejemplar.
“Los queremos perfectos. Queremos que el líder sea una sola persona. Dejemos eso. El líder debe ser una persona imperfecta, que muestre sus limitaciones, con sus capacidades, que sepa rodearse de buena gente.
[…] Lo más importante de todo es que [el líder] tenga un buen conocimiento del ser humano: que sepa aprovechar el talento [de la persona] para ponerlo al servicio del grupo”.
03
David Noguera recomienda...
David Noguera,
trabajador humanitario,
presidente de Médicos sin Fronteras
en España (del 2016 al 2021)
A principios del siglo XX, una expedición de 28 personas se embarcó en el Endurance para llevar a cabo una hazaña inédita hasta entonces: atravesar a pie la Antártida. El barco quedó atrapado en medio del hielo y la tripulación, con Ernest Shackleton a la cabeza, tuvo que enfrentarse a dos años de vida extrema antes de llegar a un lugar de mando conectado con la civilización. Por el camino, una parte del grupo se quedó atrás, mientras otros se aventuraban con un pequeño bote salvavidas en busca de ayuda.
La proeza de Shackleton y sus compañeros de viaje está considerada la última de las grandes expediciones heroicas al Polo Sur. Alfred Lansing construyó este relato a partir de los diarios de la expedición y de entrevistas a la mayoría de los supervivientes.
David Noguera Hancock
trabajador humanitario y presidente de Médicos Sin Fronteras en España (del 2016 al 2021)
LANSING, Alfred: Endurance: Shackleton’s Incredible Voyage
Editorial: Basic Books; Reissue edició (1 abril 2015)
ISBN 10: 0465062881 / ISBN 13: 978-0465062881
04
Magic Maze
Una recomendación de:
CAE, formació i serveis socioculturals
Autoría: Kasper Lapp
Ilustraciones: Gyom
Editorial: 2 Tomatoes Games
Breve presentación: Magic Maze es un juego de mesa que rompe esquemas, comenzando por su ambientación: 4 superhéroes han perdido sus pertenencias y entran a robarlas en un centro comercial. Cuando las han conseguido, deben escapar sin ser vistos. A partir de ahí, las mecánicas del juego continúan sorprendiéndonos: se juega contrarreloj, cada jugador solo puede hacer determinados movimientos, a medida que avanza el juego se va descubriendo el centro comercial y hay importantes limitaciones en la comunicación.
Magic Maze es un juego cooperativo en tiempo real que nos plantea una pregunta: ¿se puede liderar en un ambiente de caos?
En 2017, Magic Maze fue nominado a los premios Spiel des Jahres y al mejor juego del estado español, y ganó el premio del público del Festival Internacional de Juegos de Córdoba y el premio al juego más innovador de Alemania (Innospiel).
Edades recomendadas: A partir de 8 años
Participantes: 1-8 jugadores/as
Duración de la partida: 15 minutos
Componentes
- 24 losetas de Centro Comercial
- 4 peones de héroe (bárbaro, enano, elfa, maga), cada uno de un color diferente
- 12 marcadores de Fuera de servicio (cruces)
- 16 losetas de Acción (9 para partidas de 2-8 jugadores/as y 7 para jugar en solitario)
- 1 Reloj de Arena de 3 minutos
- 1 peón de “¡Haz algo!”
- 1 hoja de puntuación
- 1 loseta de Robo
- Reglas
Cómo funciona
Objetivo del juego: Se gana la partida si los 4 héroes logran escapar del centro comercial con los objetos robados. En caso contrario, todos los jugadores pierden la partida.
Funcionamiento básico
Una partida de Magic Maze se desarrolla a partir de esta secuencia:
- Se explora el centro comercial, buscando los objetos a robar.
- Cada héroe debe conseguir llegar y colocarse en la casilla donde está el objeto que debe robar.
- Cuando los 4 héroes están en su lugar simultáneamente, roban los objetos. Se activa la alarma y deben escapar del centro comercial.
El juego plantea diferentes escenarios -niveles de dificultad- y los elementos de juego que se utilizan (losetas de centro comercial y losetas de acción) están condicionados a los escenarios y al número de jugadores/as.
Preparación de la partida (escenario 1 de iniciación)
Se eligen las losetas de acción y de centro comercial que se utilizarán durante la partida. Se coloca la loseta de inicio en el centro de la mesa, boca arriba, y los 4 peones de héroe en las 4 casillas centrales de la loseta de inicio.
Se reparten las losetas de acción entre los jugadores/as, que las colocan visibles frente a ellos, con la misma orientación (N ˄) que la loseta de inicio.
También se coloca sobre la mesa el reloj, los marcadores de fuera de servicio y la loseta de robo.
Las losetas de acción indican qué movimientos de un peón que puede realizar cada jugador/a:
-
arriba, abajo, derecha, izquierda, una o tantas casillas como se quiera
-
explorar una nueva zona (añadir una nueva loseta de centro comercial)
-
subir por las escaleras mecánicas o
llevar un peón a una casilla vórtex del mismo color
Todos los jugadores/as pueden mover los peones que quieran -no importa el color- pero solo pueden hacer el movimiento o los movimientos que cada jugador/a tiene en su loseta de acción.
Las losetas de centro comercial contienen casillas que configuran recorridos. Algunas casillas tienen propiedades especiales:
- Exploración: Cuando un peón llega a una casilla de exploración de su color, el jugador que puede hacer el movimiento de exploración añade una nueva loseta de centro comercial.
- Vórtex: El jugador con la habilidad de mover los peones hasta el vórtex puede desplazar un peón a cualquier vórtex visible del mismo color.
- Escaleras mecánicas: Para salvar desniveles. Solo utilizables por peones movidos por el jugador/a que tiene esta habilidad.
- Reloj de arena: Permite dar la vuelta al reloj de arena y continuar jugando.
- Objetos a robar: Cada objeto tiene una casilla específica donde debe situarse el peón del color correspondiente.
- Casillas de salida: Específicas para cada color, excepto en las partidas iniciales donde solo hay una única salida de color lila.
¡¡¡A jugar!!!
Se da la vuelta al reloj de arena y comienza la partida. Hay 3 minutos para jugar. Los jugadores, sin ningún orden ni turno, hacen el movimiento o los movimientos que pueden ejecutar, con el peón que quieran.
Si un peón llega a una casilla con el reloj de arena, se da la vuelta al reloj, se inutiliza la casilla con una ficha de fuera de servicio y se continúa jugando. (Atención: es importante medir bien si esta acción interesa o no en función del estado del reloj).
A medida que se van desplazando los peones, se pueden explorar nuevas zonas incorporando nuevas losetas de centro comercial. Las losetas tienen una flecha blanca en una casilla que indica cómo se debe incorporar al tablero de juego.
En el momento en que los 4 peones están colocados simultáneamente sobre la casilla de su objeto, se realiza el robo. En ese momento se gira la carta de robo y se desactivan las casillas de vórtex. Los jugadores deben ir desplazando los peones de héroe hacia la salida o hacia las salidas respectivas. En esta fase del juego sigue vigente la opción de girar el reloj cuando se coloca un peón en una casilla de reloj que aún esté activa.
Final de partida
La partida se acaba y todos los jugadores/as ganan si los 4 peones consiguen escaparse. También se acaba si en algún momento se agota la arena del reloj. En este caso, los jugadores/as han perdido la partida.
Comunicación
Durante la partida, los jugadores/as no pueden hablar entre ellos. Sin embargo, hay dos excepciones en las que está permitida la comunicación:
- Utilizando el peón de “¡Haz algo!” Cualquier jugador/a en cualquier momento de la partida puede tomar este peón y colocarlo frente a otro jugador/a, haciéndole saber que espera que realice alguna acción. No se puede decir nada ni señalar el peón que debería moverse.
- Los jugadores/as pueden hablar entre ellos en el espacio de tiempo que hay entre dar la vuelta al reloj y comenzar a mover algún peón.
Trabajara partir del juego
Magic Maze es un juego loco con unas partidas que generan mucha sensación de desorden y descontrol. En este contexto de caos, nos preguntamos si es posible que haya algun tipo de liderazgo.
En el juego, los jugadores/as deben tener una doble visión:
- Por un lado, estar pendientes de la situación y el recorrido que debe hacer cada uno de los 4 peones para ver si pueden mover alguno con sus habilidades marcadas en la loseta de acción.
- Por otro lado, detectar la necesidad de realizar otros movimientos y pedir la colaboración a la persona indicada a través del peón “¡Haz algo!”.
Esta combinación no es fácil y no todos lo hacen a la misma velocidad. El liderazgo, entonces, se reparte entre todos los jugadores, pero seguramente, acabará recayendo de manera más relevante en aquella persona que sea capaz de combinar las dos visiones lo más rápido posible.
La falta de comunicación verbal hace que los jugadores deban confiar en la capacidad de observación e interpretación de los movimientos que hacen los demás, lo que potencia la cohesión y la confianza en el equipo.
Una acción interesante es jugar el peón de “¡Haz algo!”, ya que permite indicar a un jugador que tiene posibilidades de ejecutar alguna de sus acciones y que, por tanto, se espera de él que haga alguna intervención. Al mismo tiempo, sin embargo, la reiteración de esta acción hacia una misma persona puede tener un efecto negativo, ya que puede generar una sensación de incomodidad o inseguridad respecto a su rol en la partida.
Por otro lado, el factor tiempo incorpora un nivel más de estrés que presiona a los jugadores a tomar decisiones rápidas y efectivas. Esto desarrolla habilidades de liderazgo bajo presión, donde es esencial mantener la calma y asegurar que las acciones sean coherentes y bien coordinadas. La gestión del tiempo es clave, y un buen líder en el juego será aquel que sabe cuándo recargar el reloj de arena o dar pistas a los demás de manera eficiente para que lo hagan.
Así pues, el liderazgo es posible en este caos. Magic Maze nos permite trabajar el liderazgo de manera poco convencional, centrándonos en el liderazgo colaborativo, la delegación, la confianza mutua, la comunicación no verbal y la toma de decisiones rápida bajo presión.
Más información y cómo conseguirlo:
Magic Maze en 2 Tomatoes Games
Tiendas físicas de juegos / tiendas virtuales de juegos
