Una alineación 4-3-3 de valores al servicio de un liderazgo ético
La Cátedra de Liderazgo en Valores ha desarrollado su marco teórico a partir de distintos conceptos vinculados al fútbol.
La Cátedra de Liderazgo en Valores nació con una misión: generar, difundir y transferir conocimiento sobre liderazgo basado en valores y promover entornos profesionales de práctica ética en relación con las personas, la economía y el entorno. Este planteamiento aspiracional se ha concretado en un modelo teórico que remite a la trayectoria vital de sus directores: Pep Guardiola y Manel Estiarte y de la Fundació Universitària del Bages, la institución impulsora. Es un trabajo que se ha realizado en el marco de su dirección académica integrada por Valentí Martínez, Òscar Dalmau, Albert Estiarte y Carlota Riera.
Valores como la ejemplaridad, la honestidad, la disciplina, el compromiso, la generosidad, la audacia, la innovación, la excelencia o la gratitud se organizan en este modelo teórico sobre un terreno de juego imaginario a modo de alineación de fútbol. Cada uno contiene una semilla de liderazgo ético que se traduce en comportamientos, actitudes y vivencias que permiten aterrizarlos desde la abstracción a la concreción.
Alineación 4-3-3
La alineación 4-3-3 se completa con un 1, el jugador-portero, y otro 1, el duodécimo jugador, el público. Leída horizontalmente, esta alineación nos conduce a un modelo con cuatro dimensiones que permite reflexionar en clave organizativa o también personal. Así, desde el punto de vista de la organización, el liderazgo se estructura desde el yo hasta el entorno, pasando por el equipo y la organización. En cambio, desde la perspectiva personal, nos invita a pensar sobre lo que se siente, dice, piensa o hace, las relaciones que uno establece con los demás para, finalmente, cuestionarse por qué hace lo que hace.
La disposición de los valores sobre el campo también propicia una identificación de diferentes inteligencias vinculadas al liderazgo: la inteligencia intrapersonal, que permite liderarse a uno mismo desde la conciencia; la inteligencia emocional, que transmite entusiasmo al equipo y al entorno; la inteligencia lingüística, capaz de movilizar a personas y equipos persuadiendo a través de la palabra; la inteligencia interpersonal, que a menudo es la clave del magnetismo que transmiten algunos líderes; y, finalmente, la inteligencia espiritual/existencial que deja huella en el entorno porque está directamente conectada con un propósito que trasciende a las personas y al equipo e incluso a la propia organización.
Deporte, Educación, Salud y Empresa
El liderazgo forma parte intrínseca de cualquier contexto en el que confluyan diferentes personas trabajando por objetivos comunes o complementarios. Sin duda, el deporte es uno que, además, genera pasiones y moviliza a masas. Sin embargo, la cátedra aspira a realizar aportaciones en otros ámbitos en los que la trayectoria de la Fundación Universitaria del Bages, como campus Manresa de la Universidad de Vic – Universidad Central de Cataluña es larga y sólida. Así, los ámbitos de la Empresa, de la Salud y de la Educación son también terrenos sobre los cuales la cátedra hará correr el balón, siguiendo la metáfora futbolística de su modelo conceptual.
Doce pares de valores
Los valores deben vivirse y traducirse en comportamientos concretos en situaciones concretas. Ésta es otra de las aportaciones que hace el modelo conceptual de la Cátedra de Liderazgo en Valores. La larga trayectoria de ambos directores y la trascendencia de sus acciones y opiniones son una fuente de inspiración para dar entidad y concreción a los diferentes valores sobre los que la cátedra construye su modelo teórico.
1
Íntegros y Nobles.
La ejemplaridad y la honestidad están en la base de la autoridad moral del líder y se vinculan directamente con los propios principios y creencias.
2
Enèrgicos y Metódicos.
El método es la suma de actitudes convertida en hábito. Lo integran la disciplina, la perseverancia y la cultura del esfuerzo.
3
Apasionados y Optimistas.
La ilusión, el amor por lo que se hace, mejora el resultado y, también, el proceso.
4
Empáticos y con Humanidad.
El líder sitúa a las personas ante todo y se vale para ello de recursos como el agradecimiento y el reconocimiento. No se trata de tratar a todos por igual sino de tratar a todos desde la comprensión de su individualidad.
5
Comunicadores y Receptivos.
El líder sabe gestionar el conflicto desde el diálogo para lo que las habilidades relacionales y comunicativas son esenciales, así como la inteligencia emocional, que permite poner palabras a sentimientos propios y ajenos.
6
Aprendedores y Adaptativos.
El buen liderazgo requiere de una buena comprensión de cada situación, de cada reto, para adaptarse a ellos y darles una respuesta adaptada. Esta habilidad requiere flexibilidad y capacidad para incorporar nuevas ideas sin renunciar a la propia identidad.
7
Talentos de equipo.
El equipo y su talento es lo que permite conseguir los logros: hay que desarrollarlo y confiar en ellos.
8
Intensos y Detallistas.
La planificación y el entrenamiento permiten hacer más previsible el futuro, sin olvidar que en cada proceso existen espacios para la mejora, que siempre hay espacios para el crecimiento.
9
Creativos y Soñadores.
Lejos del conformismo, el líder se expone permanentemente a nuevos retos e impulsa a su equipo hacia nuevos límites. Es capaz de ofrecer una visión estimulante y al mismo tiempo alcanzable y compartirla.
10
Diseñadores y Creadores.
El estilo es el que marca la diferencia entre equipos por lo que el líder no sólo se ocupa del resultado sino también de la forma en que se consigue.
11
Conectores y Distribuidores.
Los equipos no trabajan de forma aislada por eso el líder es un constructor de puentes con el entorno, que busca y establece alianzas.
12
Con Propósito y Valor.
El trabajo del equipo debe estar alineado con los objetivos de la organización que, finalmente, persigue provocar un impacto positivo en su entorno, en las personas, en la sociedad, en el planeta.