La isla prohibida
Una recomendación de CAE, formació i serveis socioculturals
Autor/a/es/as
Matt Leacock (creador del juego)
C. B. Canga (ilustraciones)
Devir (editorial)
Breve presentación
Juego cooperativo, donde un intrépido grupo de aventureros tiene la misión de encontrar y llevarse cuatro tesoros de una isla que se está hundiendo. La partida se gana si se recuperan los cuatro tesoros y todos los jugadores pueden escapar de la isla antes de que se hunda.
Edades recomendadas
A partir de 10 años
Participantes
2-4 jugadores/as
Duración de la partida
45 minutos
Componentes
- 28 cartas de tesoro (5 cartas de cada tesoro y 8 cartas especiales)
- 6 cartas de aventurero y 6 peones
- 24 piezas de terreno de doble cara (cada una con un nombre e imagen única).
- 24 cartas de inundación (una para cada una de las 24 piezas de terreno).
- 4 figuras de tesoro
- 1 indicador del nivel del aigua
Funcionamiento
Preparación
- Con las 24 piezas de terreno se crea la isla, con la cara en color hacia arriba, indicando que es tierra firme. Durante el juego, las piezas de terreno primero se inundarán (con la cara blanca y azul hacia arriba) y luego se hundirán (se retirarán del juego, dejando un hueco en su lugar). El juego sugiere hacer una isla en forma de cruz, pero hay otras variantes que añaden más dificultad al juego. Los tesoros se colocan al lado de la isla.
- Cada jugador recibe al azar una carta de aventurero que le otorga habilidades especiales. Toma el peón del color y colócalo en la pieza de terreno correspondiente.
- Se mezclan las cartas de inundación y se abren 6. Las 6 piezas de terreno correspondientes se inundan (aparece la misma imagen en blanco y azul).
- Se reparten 2 cartas de tesoro a cada jugador.
- Se establece el nivel del agua en función de la pericia de los jugadores.
Secuencia del juego
Por turnos, los jugadores realizan tres acciones:
- Hasta tres acciones a elegir entre mover el peón a una pieza adyacente, asegurar (dar la vuelta) la pieza de terreno donde se encuentra el peón o una adyacente si están inundadas, dar una carta de tesoro a otro jugador situado en la misma pieza de terreno o recuperar un tesoro.
- Robar dos cartas de la pila de tesoros. Un jugador solo puede tener un máximo de 5 cartas en su mano. Si tiene más, debe descartar las que prefiera.
- Robar cartas de inundación (tantas como indique el nivel del agua) e inundar (girar) o hundir (quitarlas de la isla, si ya estaban inundadas) las piezas de terreno correspondientes. A medida que aparezcan agujeros, los desplazamientos se volverán más complejos. Cuando se hunde una pieza de terreno con un peón encima, este se puede reubicar en una pieza de tierra firme o inundada adyacente.
Para obtener un tesoro, un jugador, con cuatro cartas de tesoro, debe situarse en una de las dos piezas de terreno específicas que permiten recuperarlo.
En la pila de tesoros, hay cartas que generan acciones especiales:
- Suben las aguas (3 cartas). Hacen subir un punto el nivel de las aguas. Cuanto más alto sea el nivel, más cartas de inundación se deben robar en cada turno. Cuando aparece una de estas cartas, se mezclan todas las cartas de inundación jugadas hasta ese momento y se colocan en la parte superior de la pila de cartas de inundación. De esta manera, las primeras cartas de inundación que volverán a aparecer serán las de las piezas de terreno que ya están inundadas.
- Sacos de arena (2 cartas). Permiten dar la vuelta a una pieza de terreno inundada sin gastar ninguna acción.
- Helicóptero (3 cartas). Permiten desplazarse a cualquier lugar de la isla. Alerta: es necesario guardar una carta de helicóptero para el final de la partida, que permita a todos los jugadores escapar de la isla con los 4 tesoros recuperados en un mismo viaje. Si es así, se ha ganado la partida.
En cambio, se pierde la partida cuando:
- Se han hundido las dos piezas de terreno que permitían recuperar un mismo tesoro.
- Se hunde la pieza de terreno correspondiente a la pista de aterrizaje.
- Un jugador que está situado sobre una pieza de terreno que se hunde no tiene una pieza adyacente donde reubicarse.
- El nivel de las aguas llega a la calavera.
Trabajo a partir del juego
«La isla prohibida» es un juego comercial que permite jugar en equipo y pasar un buen rato con una alta dosis de tensión derivada del logro del objetivo. Es un juego totalmente cooperativo, donde los jugadores pueden ver las cartas de los demás y, incluso, pueden acordar y planificar conjuntamente las diferentes jugadas o secuencias de jugadas para obtener la máxima eficacia. Además, se puede ajustar el nivel de dificultad a la pericia del grupo en el juego, aumentando el nivel inicial de las aguas.
Sin embargo, que sea cooperativo no significa que todo sean flores y violetas ni que las situaciones de juego que puedan surgir estén exentas de tensiones o contradicciones. Y aquí se abre una oportunidad educativa en torno al juego. Por ello, proponemos, después de una buena partida, analizar y reflexionar sobre cómo ha ido el juego y qué situaciones se han vivido. ¿Qué dinámicas grupales ha habido? ¿Qué o qué tipos de liderazgo han surgido? ¿Han sido positivos? ¿Se han escuchado, se han respetado y se han tenido en cuenta las aportaciones de todos? ¿Se ha buscado el acuerdo y el consenso, o han predominado las mayorías numéricas o las imposiciones? ¿Se ha priorizado el objetivo de victoria por encima del proceso? Al final, ¿nos hemos agradecido la partida? ¿O la victoria? ¿El juego nos ha permitido crecer como equipo?
Algunos juegos nos ponen a prueba y nos confrontan con nosotros mismos, con nuestra forma de actuar, nuestros hábitos, nuestro carácter y nuestros valores. La existencia de un objetivo común muy claro y de unas dificultades crecientes hacen de La Isla Prohibida un juego fantástico para hacer aflorar todos estos elementos. Aprovechémoslo.
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